Santiago Ferrer | 6 de Septiembre de 2021 a las 12:36
A finales de agosto de 2019 el índice Global de precio por contenedor marítimo de China/Asia del Este hacia la Costa Este de América del Norte (FBX03), se encontraba en $2,659 dólares, en la misma fecha de 2020 el precio subió a $3,876 dólares y a finales de agosto de 2021, el precio es de $20,615 dólares.
Bloomberg
Según un artículo del Wall Street Journal, los expertos en transporte marítimo afirman que el aumento de las tarifas marítimas es el resultado de las interrupciones en las cadenas de suministro que han provocado retrasos en los puertos y en las redes de distribución interior, ya que los minoristas y fabricantes occidentales se apresuran a reponer las existencias que se agotaron durante la pandemia de Covid-19.
Seguramente varias personas recuerdan los memes que surgieron en marzo como consecuencia del bloqueo del Canal de Suez por parte de un barco que detuvo el tráfico. Sin duda ese bloqueo cooperó en el aumento de los precios hoy en día, pero la razón más grande pudiera no ser la que pensamos. Según la aseguradora marítima Allianz Global Corporate & Specialty, la capacidad de los buques más grandes en los últimos 50 años ha aumentado un 1,500%, y se ha duplicado sólo en la última década. Pero entonces, si el tamaño de los barcos ha aumentado de forma acelerada, ¿Por qué existe un problema en la cadena de suministro?
Además de los problemas relacionados con el detenimiento de distintas economías y cadenas de suministro provocados por el Covid-19, los gigantescos barcos están siendo víctimas de su propia avaricia. "Estos enormes buques pueden entregar más por viaje, pero los puertos como Los Ángeles o Long Beach no están hechos para acoger buques de ese tamaño", dijo Rachel Premack para una entrevista de Industry Insider, Premack es periodista de Business Insider. "Fíjese en lo que ocurrió a principios de este año con el Ever Given, en el Canal de Suez. Estos fabricantes pensaron que los barcos más grandes serían mejores para el resultado final, pero los puertos no fueron renovados para manejarlos."
Pareciera extraño que un importador se encuentre dispuesto a pagar un aumento de 7 veces el precio del año anterior, sin embargo, resulta inminente que tarde o temprano, ese precio sea pagado realmente por los consumidores.
Como consecuencia de lo mencionado antes, existen ciertas oportunidades de crecimiento que cabe resaltar. Durante los últimos veinte años, la innovación en infraestructura portuaria y marítima ha estado estancada gracias a diferentes características del mercado, como concentración de competidores, poca volatilidad y proyectos largos. La industria es compleja, y requiere mucho capital para operar, pero la complacencia y el bajo crecimiento se convirtieron en el estatus quo. Gracias a esta enorme volatilidad, las empresas y clientes exigirán mejores condiciones y soluciones, por lo que este caos fomentará la innovación. Habrá una gran oportunidad para modernizar: flotillas de barcos, grúas, puertos, contenedores, procesos etc...
Nuevas cadenas de suministros. La pandemia expuso muchos problemas que antes vivían en las sombras. Las empresas encontraron lo débil que eran sus cadenas de suministros y la dependencia que tenían con Asia y con los transportistas. Las empresas reconstruirán las cadenas de suministros para hacerlas resilientes, el mayor cambio se verá reflejado en el área geográfica de las fábricas, las empresas buscarán proveedores en países cercanos a sus mercados principales. Países fronterizos como México, Honduras, El Salvador, Serbia, Turquía y Georgia, entre otros, tendrán una oportunidad interesante para atraer las grandes cadenas de suministro a sus territorios.
Éxodo de intermediarios. El internet ha permitido eliminar a los intermediarios en todas las industrias, pero en el comercio, el cambio se ha visto lento hasta ahora gracias a que los márgenes se han debilitado, la demanda y oferta tienen muchos más incentivos para reducir el fee del intermediario. Empresas como Alibaba y sus competidores están floreciendo en estos momentos. Cualquier empresa que reduzca este margen será recompensada por los dos agentes del mercado. Gracias a que las cadenas de suministro van a ser re planteadas, sobre todo en carácter geográfico; habrá más oferta de transporte terrestre en ciertos puntos estratégicos, por lo tanto existirá una enorme oportunidad para llenar esta nueva demanda. Las empresas ferroviarias tendrán un nuevo auge o simplemente tendrán más relevancia que antes. La industria de la construcción también tendrá años interesantes, sobre todo aquellas dedicadas a proyectos de infraestructura de movilidad como puentes, carreteras, puertos, trenes etc..
No hay forma de saber exactamente cuándo va a terminar este problema de escasez, pero los expertos calculan que no será antes de 2022. El balance de oferta y demanda regresará a su estado normal, cuando la demanda impulsada por el consumo de objetos se transfiera al consumo de experiencias. Y la única forma en que esto pase, será con la reapertura de países junto con la disminución de restricciones en las experiencias.
Twitter: @candyliccius