¿La guerra de los semiconductores?

Emilio Rivas V | 4 de Agosto de 2022 a las 12:01

La guerra de los semiconductores


“Quien juegue con fuego se quemará”, respondió el presidente chino Xi Jinping en consecuencia del constante apoyo de Estados Unidos hacia Taiwán y la reciente visita de Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de los Representantes del Congreso de EU, a la isla taiwanesa. 


Antes de adentrarnos en las consecuencias y factores principales del posible conflicto, hay que entender el pasado de esta disputa territorial. Hacía el año de 1912 en donde la población de china se alzaba para derrocar a la dinastía Qing, quienes llevaban más de 300 años en el poder. En la llamada “la revolución de Xinhai”, surgen diferentes ideales entre los ciudadanos chinos y dos partidos políticos con diferentes perspectivas comienzan a armarse para tratar de tomar y unificar a una China partida entre distintos señores de la guerra. Por un lado, se encuentra el partido Nacionalista y en el otro el Partido Comunista, quienes con la estrategia de una revolución agraria de la mano de su líder histórico Mao Tse-tung comienzan a crecer a marchas aceleradas. En 1937 ambos partidos se unen para expulsar a los japoneses invasores en la guerra Sino-japonesa, y para 1945, con la ayuda de la U.R.S.S y E.E.U.U. logran derrotar a Japón con el término de la Segunda Guerra Mundial. 


Todo desemboca en un conflicto internacional que ya hemos visto en repetidas ocasiones, en donde, en medio de una Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética se crean conflictos externos a ellos en donde apoyan con recursos económicos y militares a diferentes partidos o ideales. EU apoyaba al partido Nacionalista y la U.R.R.S.S al partido Comunista, quienes al final logran arrinconar a los Nacionalistas en la isla de Taiwán y proclaman a toda China como La Republica Popular China. 


Desde entonces no se ha firmado un tratado de paz oficial, pero surgió un Estatus Quo en donde Taiwán se proclamó como república independiente y desde donde ambos países no se han agredido directamente, a pesar de que China nunca ha descartado entrar en un conflicto armado por retomar la isla. Taiwán, siendo la “china democrática y capitalista”, ha simpatizado desde entonces con países occidentales, al grado de que ya no se consideran como parte de China y se ven como estado independiente. Según una encuesta realizada el año pasado, sólo un 4.7% de la población de Taiwán es partidaria de una integración con China, mientras que el 50.3% prefiere mantener la relación como está, y el 38.9% sugiere un Taiwán independiente. 


Desde la caída de la U.R.S.S y el surgimiento de China como la segunda mayor potencia económica del mundo, las tensiones entre el país asiático y Estados Unidos ha tenido subidas y bajadas, pero con la llegada al poder de Xi Jinping al partido comunista, el mandatario afirmó desde un principio que en su gobierno retomarán la isla de Taiwán, persiguiendo el sueño perdido de unificar a toda China de una vez por todas. Aparte del deseo de unificar a la gran china, surgen los intereses de Estados Unidos y China de tener el control del mayor país productor de chips y semiconductores del mundo. 


Taiwán es el mayor productor de chips y semiconductores en el planeta, de la mano de la multinacional Taiwán Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), quién es responsable de alrededor del 60% de la producción mundial de dichos productos. TSMC es el principal productor para marcas como Apple, Qualcomm, entre otras marcas de tecnología occidentales, por lo que cualquier escalada en un conflicto militar entre ambos países, podría ser catastrófico para la economía y el sector tecnológico. 


Recientemente se aprobó el nuevo proyecto de Ley en Estados Unidos para impulsar la producción de estos en el país, que incluye hasta $52 mil millones de dólares en incentivos y subsidios para las gigantes de chips u otras empresas que quieran invertir en nuevas plantas en territorio estadounidense. Lo anterior con el objetivo de un rebalanceo de la producción mundial que principalmente se encuentra en Asia. 


Al terminar la visita de Pelosi en la isla de Taiwán, en donde reafirmó el apoyo de Estados Unidos hacia el país asiático, China confirmó el incremento de sus actividades militares cerca del territorio taiwanés, lo que tiene a los mercados alterados por que pase la misma historia que hemos visto ya a principios de este año con la invasión rusa en Ucrania.


Mark Liu, presidente de TSMC, mencionó en una entrevista para CNBC - “si China invadiera Taiwán, la fábrica de chips más avanzada del mundo se volverá inoperable”, “la guerra no trae ganadores, los perdedores son todos”.