La lucha por el sueño americano

Andrés Tapia | 30 de Septiembre de 2021 a las 13:36

A principios de del siglo XX en los Estados Unidos, una idea empezó a circular en la población de esta nación que empezaba a posicionarse como una potencia mundial. Millones de inmigrantes de todas partes del mundo dejaron sus tierras, cultura y familia para probar su suerte y alcanzar esta creencia. Las libertades personales, pero sobre todo económicas, que se vivían en los Estados Unidos no se habían conocido en la historia de la humanidad. Así es como nació el “Sueño Americano” una idea que guía la conciencia de los estadounidenses hasta nuestros días.


El término lo acuñó el historiador James Turlow de la siguiente manera “La vida debería ser mejor y más rica y llena para todas las personas, con una oportunidad para todo el mundo según su habilidad o su trabajo, independientemente de su clase social o las circunstancias de las que proviene”. Desde 1882 hasta 1954 12 millones de inmigrantes arribaron a través de la aduana de Ellis Island solamente, el Sueño Americano recibía a todas las personas sin importar de donde vinieran. No cabe duda de que el sitio que ocupa Estados Unidos como superpotencia mundial no hubiera sido posible sin el hambre y las ganas de triunfar que tanta gente buscó en estas tierras.


Sin embargo, en la época actual muchas voces desde varios rincones de la sociedad dan por muerta este ideal tan americano. Una de las voces más feroces es la senadora demócrata Alexandria Ocasio Cortez, mejor conocida como AOC, que hace unas semanas se presentó a la prestigiosa y exclusiva gala del museo Metropolitano de Nueva York (Met Gala) con un vestido que leía “Tax the rich”.


Este mensaje resuena fuerte y claro con las condiciones que se viven en dicho país, donde la desigualdad se ha disparado en los últimos 50 años y se ha agravado desde que inició la pandemia. De acuerdo con índice GINI, la mejor herramienta para medir desigualdad, Estados Unidos se ubica en el segundo lugar de desigualdad a nivel mundial, el 1% de la población controla más del 36% de la riqueza y los índices de desempleo son más altos para comunidades minoritarias como latinos y afroamericanos. El sueño americano solo existe para unos pocos.


Voces desde la derecha argumentan todo lo contrario, la calidad de vida lograda hoy en día era impensable hace un siglo y las grandes fortunas han venido acompañadas de progreso social para todos. Los billonarios como Musk, Gates, Zuckerberg entre muchos otros solo demuestran que con esfuerzo y dedicación todos pueden ser millonarios y que al hacerse ricos mejoran la vida de todas las demás personas. En el seno del partido demócrata ya se plantea subir el porcentaje de impuesto sobre la renta a niveles nunca vistos en Estados Unidos además de diseñar más formas de gravar ingresos que personas acaudaladas poseen como automóviles de lujo, ingresos por interés, dividendos, ganancias de capital en instrumentos financieros y bienes inmuebles.


Así mismo, se plantea cerrar los llamados “tax loopholes” que permiten la deducción de impuestos a individuos y compañías. Bajo estas legislaciones propuestas, los ricos también darán por extintos los ideales del “American Dream”, de que sirve trabajar y sacrificarse si al final todo se lo lleva el estado.


El vestido de AOC solo es el gesto más público del debate que se ha estado presentando sobre la desigualdad, incluso Barak Obama señaló que el no erradicar la desigualdad fue el peor fracaso de su mandato. Esta lucha de poderes promete ser la que rija la agenda política americana en los próximos años, y no solo es en el campo político, es una lucha por la identidad de una nación que se ha formado a través de este sueño.