Emilio Rivas | 10 de Septiembre de 2021 a las 10:37
Si algo se sabe de la pandemia que ha azotado al mundo entero, es que nadie se ha salvado totalmente de sus consecuencias. Todos los sectores económicos en el mundo entero fueron afectados por distintas razones y medidas, así que los negocios tuvieron que innovar rápidamente para no quedarse atrás con las nuevas oportunidades que asomó la crisis. De lado de los inversionistas independientes surgió una estrategia popular en un sector que fue muy afectado por las restricciones de movilidad impuestas por los gobiernos. Se trata de Bienes Raíces, Viviendas e inmuebles.
La industria inmobiliaria abarca muchas facetas de la propiedad, en la que se involucran la valuación, desarrollo, comercialización, venta, arrendamiento y la administración de propiedades comerciales, industriales, residenciales o agrícolas. Siempre se ha dicho que los bienes raíces son la inversión más segura, pero las consecuencias del covid pudieran arrojar datos contradictorios recientemente. La industria ha visto volatilidad dependiendo de la economía mundial y las tendencias y necesidades de la sociedad. Para ejemplificar lo anterior, podemos ver como la crisis sanitaria desafió la perspectiva en la necesidad de las actividades humanas por el espacio de hogares y sobre todo el espacio de oficinas con la llegada del Home Office. Debido al impacto de los riesgos en contagios en las empresas y oficinas, la gente empezó a buscar más espacio en sus casas para llevar su nueva normalidad las 24 horas del día prácticamente en el mismo espacio. Como consecuencia, el valor de los edificios corporativos decreció fuertemente al grado que el valor de la industria decreció mundialmente un promedio de 10% en el sector comercial y de oficinas en el año 2020.
Derivado de lo anterior, muchos corporativos se plantean dejar de pagar renta de sus oficinas para adoptar la nueva normalidad “home office”. Por otro lado, la demanda por más espacio en propiedades privadas ya ha rebasado la oferta mundialmente mientras que las personas se adaptan a la nueva normalidad y buscan más espacio, haciendo que el valor de las propiedades vaya en aumento por tres razones principales; la escasez en la cadena de suministro de materias primas en el mundo, que resulta en una inflación por las nubes en los costos de ciertos productos como el metal, aluminio, cemento y derivados, entre otros. El retraso en las entregas de proyectos de construcción, las expectativas de los inversionistas sobre el futuro de la industria y como se ha visto principalmente en EUA, una tasa hipotecaria baja. Para darnos una idea, según un reporte de la cadena CNBC, en Estados Unidos, la media en el precio de una casa llegó a los $363,000 dólares en junio de 2021, lo que representa un incremento del 23.4% comparado al mismo periodo del año 2020.
La realidad es que mientras vamos adaptándonos a las olas de contagios y aprendemos a llevar las precauciones necesarias, se espera que las oficinas poco a poco regresen bajo sus propias medidas de sanidad y vacunación. Por otro lado, también es interesante analizar como el valor del sector de las propiedades privadas han aumentado y decrecido, dependiendo de la geografía y clima de algunas regiones. En Estados Unidos y México principalmente, los estados con un clima más estable y relacionados con vacacionar subieron el valor de sus propiedades por la demanda de las personas por comprar una propiedad en donde pudieran vivir su nueva normalidad más cómodamente, y en ciudades urbanizadas, las cuales fueron deshabitadas en sus oficinas y residencias (por lo anterior) decrecieron.
Sin embargo, no todo es color de hormiga, pues en Estados Unidos se aprobó el plan de infraestructura que ronda los $1.9 millones de millones de dólares ($1.9 Trillion dollars), lo cuál resulta en un incentivo grandísimo para las constructoras, cementeras y desarrolladoras de proyectos de infraestructura en el país americano y para las empresas mexicanas que operan en el país.
Es verdad que cada vez más estamos llegando a un periodo de estabilidad y los analistas apuntan a crecimientos en muchos sectores económicos, pero… ¿En algún momento cercano recuperaremos nuestra vida pre-pandemia?